martes, 18 de marzo de 2014

Empecemos por el principio.

¿Por qué me he metido en este fregao?

Pues nada, mi querida médica, la cual es -bajo mi humilde opinión- bastante buena, y que incluso te examina pasándose por el forro los minutos asignados por el sistema sanitario español para cada paciente (que creo que son tres o cuatro, un mundo oiga) pues cada vez que voy a verla, (y voy a menudo) me "regaña" por mi peso. Claro que me regaña, es su obligación, y la de mi madre y mi padre, y la de mi abuela! bueno, quizá la de mi abuela no, pero ella se apunta a un regaño más pronto y más ligero! Pues eso. Tengo un problema con mi peso, no sé bien cómo, a poquito a poco se me ha ido de las manos, y me he montado en un montón de kilos sobrantes. Es una putada, porque si bien yo ni siquiera me veo tan gorda como mi índice de masa corporal estipula, y aún no ha desembocado en ninguna otra enfermedad relacionada con la obesidad (que son unas cuantas), lo cierto es que tantos kilos de más no le vienen bien a mi cuerpo, ni a ninguno.

En una de mis visitas-riña a la doctora, me habló del peso saludable (una obviedad: es el peso en el que más sano estará tu cuerpo, no en el que te ves más bonita, ni el que te sienta mejor), y al ver que mi peso no variaba desde la primera bronca, me dijo.. ¿te mando al endocrino? con esta cara Ò_o y claro. quién le dice que no a la o mayúscula con la o minúscula?


Así que al endocrino me llevaron unas semanitas más adelante. Mi endocrina no es que me dijera mucho, me dio un librito lleno de dibujos en blanco y negro que me explicaban to lo malo de estar gordete, y con una lista de alimentos y equivalencias calóricas... No os creáis que me quedó muy claro el tema, la verdad, pero la señora iba con prisa, pa qué vamos a decir otra cosa, tenía la sala a reventar, y eran las una y pico ya, a qué hora se iba a ir a comer esa mujer?

De todas formas en el libro venía a decir todo lo que ya una se harta de oir por todas partes a poco que haya hecho dieta alguna vez en la vida. Nada realmente nuevo. El siguiente paso es que me llamen de un 'programa' no sé si es educativo ó qué exactamente, en el centro de salud donde la endocrina, y allí me dirán algo más. Pero mientras, pues una tiene que ir apañándose con los conocimientos y experiencias adquiridos.

Así que si lo pensamos, estoy realmente igual que antes de ir a la endocrina (a.i.e.), sola con el marrón, intentando perder kilos.

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