miércoles, 19 de marzo de 2014

¿Y qué dieta estoy haciendo exactamente?

A rasgos generales, no os he contado qué tipo de dieta pretendo hacer... Sencillamente, lo que siempre dicen los médicos, lo más sano. Yo me fío de ellos a ese respecto: hipocalórica, acompañada de algo de ejercicio, y sin grasas que no sean vegetales (viva el aceite de oliva).

Se escuchan miles de cosas, y todo el mundo viene a darte su opinión y su historia, me parece bien. yo te oigo. pero no pretendas que haga lo mismo que tú, porque si tengo que hacer caso a todo el mundo que viene a contarme cómo lo ha hecho, me volveré loca der to, y no es que ya esté muy bien que digamos. Dejando a un lado que cada cuerpo es un mundo, y lo que te funcionó a ti cuando tenías 15 años no te va a funcionar necesariamente cuando tengas 30, así que imagínate a mí, que soy otra.

Equilibrio alimenticio



Pues dicho esto, mi intención es la siguiente:

- 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena
(la mediamañana y la merienda suelo olvidarlas cuando se me pasa la motivación inicial, a las dos o tres semanas ya he dejado de tomarlas)
- infusión tras las comidas
(nunca lo cumplo, sólo después de  la comida del mediodía, por la noche me cuesta más)
- nada de grasas saturadas
(se hace lo que se puede, pero si algún producto que me guste mucho tiene algo de grasa, siempre que no supere el gramo por 100gr, lo compro y me lo como, siempre en su versión light, y tomándolo como capricho -momentáneo-, y también teniendo en cuenta que una ración no son 100gr, sino cuando es menos)
- no hidratos de carbono por la noche, cenas muyyyyy ligeritas: del tipo triste de una tortilla liada y un yogur, ó una lata de atún y una fruta, ó unas espinacas rehogadas y un quesito light...
(aún estoy en el proceso, estoy rebajándolas muchísimo y poco a poco, para no morir de hambre y dejarlo por falta de motivación)
- almuerzos normales pero menos cantidad: nada de lechuga pelá y mondá, la comida del mediodía si tiene que ser un plato de lentejas ó un estofado de patatas, que sea, pero comiendo menos cantidad de lo que ahora engullo
(esosí, he perdido la poca costumbre que tenía de ponerme a hacer platos calientes, costumbre que he de retomar con urgencia)
- ejercicio al menos 3 veces en semana, ó como me dijo la enfermera, caminar media hora al día
(esto me cuesta muchísimo. tengo muy poco tiempo, y lo más que he conseguido hacer es levantarme un par de días tres cuartos de hora antes para hacer 25 minutos de elíptica)
- nada de dulces, so golosa, ni de picoteo entre horas, ni chuches, ni frutos secos, ni nada de nada
(a mí lo de los dulces me cuesta horrores, soy súper golosa, a mi novio, sin embargo, lo de las patatitas fritas y los frutos secos.. quién le quita las pipas mientras ve el fútbol? ais) Lo cierto es que el chocolate, gracias a un artículo que leí una vez de un estudio en europa, y a mi absoluta fe y ganas de creer en aquel estudio, me permito un poquito de cuando en cuando. Estoy hablando de un par de pastillas, ó ése que viene en los postres 0% grasa, ó en las tortitas de arroz de nackis o de hacendado. Si lo tomo (fuera de estos productos) no lo hago de noche, si tienes ganas de un dulce, unas ganas horribles de esas de "o me como un donut, ó le tiro un bocao a tu suegra" (qué!? puede pasar!) te lo comes por la mañana, y ya puedes procurar hacer el doble de ejercicio hoy, ó más lechuga que otras cosas a lo largo del día... Esto es algo que aprendí en la dieta de los puntos)
- el PAN, de esto también se ha comentado mucho. mi creencia personal es que tomar pan lo mismo da (en cuanto a calorías) que sea blanco ó integral, ahorabien, el integral tiene mucha fibrita, cosa que viene muy bien para regular el tránsito, eso de lo que están hablando siempre josé coronado y carmen machi, que es un no parar, es encontrártelos en una fiesta, y escucharlos hablando de cómo van cada uno al wc, qué cansinos, de verdad... ejem. Pues sólo como pan por la mañana en el desayuno, y si no me puedo resistir, en la comida al mediodía porque coma algo que me lo pida insistentemente en cada bocado, como piquitos (y pocos) o bien, media minirodaja de pan, es decir, un par de bocados, con el único objeto de quitarme el deseo. Por la noche nunca.

- Salidas, fines de semana, cenas, celebraciones, caprichos: nos permitimos uno a la semana. Siempre dentro de lo menos malo... No vale como capricho ir al mcdonalds, donde hasta las ensaladas engordan, y comerte lo más grande.
Si tienes que dejar de comer dieta, ó si vas a una celebración familiar, procura no despendolarte... Es tiempo y esfuerzo que estás tirando por la borda. Y al final, viene la culpabilidad. 
¿Dónde leí el otro día.. "un segundo en tu boca, un mes en tu culo"?? jajaja no era así, pero mi memoria es como es, selectiva y modificatoria.

- Y bueno ya sabéis: 5 raciones al día entre frutas y verduras, 2 litros de agua, 2 cucharadas de aceite por persona a la hora de preparar las comidas... Lo típico.

Pues creo que a grandes rasgos... es eso lo que hago.

Cuántos kilos tengo que perder?? fiuuuuuuu, ni te lo digo. un porrón. Según la organización mundial de la salud y suputamadre, ejem, (OMSySPM) 50 kilazos. No sé si llegaré a tanto alguna vez en mi vida, pero nunca he pesado lo que dice la OMSySPM, pero no me importa tener un sobrepeso normal, al menos, en el que mi médica, mi endocrina y mi abuela no me regañen, ó donde mi salud no corra peligro, y sólo tenga que preocuparme de encontrar pantalones en zara (jaaaaa, zara!? tústaslocaniña, y la ropa de zara te gusta ni na?).

En fin. En un principio, no vamos a ponernos milindrosos, el primer objetivo siempre ha de ser un 10 % (según leí en algún lugar de la red, de cuyas webes no puedo acordarme), así que a por ello voy!!

Acompañadme!!

Menú semanal y Memo.

Esto del calendario-menú es lo más importante a la hora de hacer régimen. En vista de que comemos a diario, y no he preparado con antelación ningún plan de menú semanal, lo que he decidido hacer es otra cosa: apuntarme a posteriori lo que vamos comiendo. Para ello me he hecho un excel maravilloso (excel es mi amigo, sabéis?) donde me voy apuntando mi peso semanal, y los días que hago ejercicio, de esta forma, cuando lleve unas cuantas semanas, veré qué es lo más efectivo y qué cosas he ido comiendo esas semanas.

Suelo pesarme una vez a la semana como mínimo. A ver, me peso más, así voy "sopesando" (ja-ja, lo pilláis? ejem) sopesando a diario lo que más conviene y lo que no, pero al "memo" del peso sólo le doy una vez a la semana. Os explico, el memo del peso no es que yo me meta con el capullo ése (que lo es) sino que mi peso tiene unos botoncitos de memoria, que le das, te pesas, y el muy impertinente te dice en números cuál es la diferencia desde la última vez que te pesaste dándole al botón. De esta forma, si eres de letras como yo, está muy bien porque te hace él sólo la cuenta. Para algo tenía que servir el memo.



El día que empecé este blog el Memo me marcó -3.1, y yo me puse más contenta que unas pascuas (si no de qué voy a empezar yo a contaros todas estas tontás?!).

Por cierto, se ha hablado mucho sobre cuándo y cómo pesarse: yo siempre me peso por la mañana, recién levantada, recién descomida (es decir, habiendo ido al wc) y justo antes de ducharme, usea, en pelota-picada. Hay que eliminar todo el lastre, amigos!

Viva el campero malagueño

Por el momento, como ya he comentado, llevo -digamos- una semana a dieta en condiciones.

Al intentar empezar, con la motivación y las ganas por los suelos, todo se me hacía grande, y se me venía el mundo encima.

Sabéis eso de que cuando estás cansada es muy difícil hacer lo correcto, no? pues es totalmente cierto. Uno de mis problemas es la falta de organización. Nunca pienso qué voy a comer al día siguiente, asi que cuando llega el momento, como además no tengo apenas tiempo, hago lo primero que pillo, lo más rápido en prepararse, y además, con todo el hambre, pues cualquier cosa es buena, además de su buen picoteo mientras lo preparo! oh, mi perrita se pone de feliz con mi picoteo, ahí siempre le cae algo. No sabéis lo que le gustan las bocas de mar, las salchichas de paquete ó los quesitos.

Entonces eso de llegar a mediodía a casa y tener que volver al curro en dos horas, teniendo que pensarlo, prepararlo y comerlo en ese rato, no ayudaba nada de nada. A la hora de la cena era más o menos igual, pues mientras salgo del trabajo, llego a casa, y de nuevo pensar, preparar, comer, y que no se haga muy tarde... es casi una utopía.

Así que lo primero que pensé, muy dispuesta, era que tenía que hacerme un calendario de comidas. Hasta ahí todo bien... sin embargo, llevaba con la idea de hacerme un calendario más de un año en la cabeza, y nunca había conseguido consumarla. Bien por falta de ideas, porque no sabía combinar los tipos de alimentos para que fuese algo sano, apetecible, y sencillo como para que resulte realista, ó bien por falta de consenso con mi novio y mi perrita. La verdad es que ella no tiene voto, pero tiene una capacidad innata para desacreditarme cuando me pongo seria y me hace alguna monería.

El tema es que era una tarea más, y de las importantes, para echarme a la mochila de las ideas que acabo no llevando a cabo, eso combinado con una mala regla de hormonas dislocadas, y con unos días de luna llena, queridosmíos (y os prometo que es cierto, no sólo tópicos) hicieron una bajona de las gordas. No sabía cómo meterle mano al caso, no sabía qué carajo íbamos a inventarnos para poder llevar a cabo (esta vez sí) una dieta eficaz. Y sin ayuda.

Porque no es la primera, queridos. Las personas entraditas en cannes, como yo, llevamos toda la vida hablando y practicando épocas de dietas. Y creedme: eso cansa un huevo. Cansa hasta el punto de mandarlo todo a la mierda y pedir campero casi todas las noches para la cena (el campero es un bocadillo malagueño, procedente de hamburgueserías y negocios del estilo, que puede ir relleno de diferentes cosas, campero de pollo, campero de showarma, de atún y bacon, de tortilla de patatas, campero serranito.. que es ya el súmum!) en fin. Cuando llegas a ese punto es cuando ya deben saltarte todas las alarmas... Hacedles caso, amigos!! No es lo mismo darte cuenta cuando tienes que perder cuarenta kilates, que llevar una vida medio sana y pasarte un día a la semana comiéndote un campero sabrina (wa, ése está wenísimo! es con pollo empanao y... bueno, paro, que me lío), así luego haces la operación bikini y te quedas estupendamente.



Conclusión: cuidado con las alarmas y con los camperos, niños míos.