lunes, 7 de abril de 2014

Pastillas de freno, y la tierra de Estopa

Hoy estoy muy plofa, porque esta semana lo he hecho muy regular, y he retrocedido en el tiempo (y en el peso) a hace diez días...

El problema, como siempre: los fines de semana. Lo que pasa es que esta semana era (denuevo) especial, puesto que teníamos una escapada programada a la encantadora Barcelona. Allí vive mi no-menos-encantadora tía, que nos ha cuidado magníficamente. Pero claro... comes fuera, cenas fuera, pides postre.. y al final no te importa comerte un bocadillo con pollo, queso y pimiento frito para cenar! ó un postre que se llamaba, literalmente: "postre para fans del chocolate". Qué os voy a contar.

Casa Batlló de Barcelona
La cuestión es una y trina: tienes alguna ocasión especial, te convencen entre todos, y acabas QUITANDO EL FRENO.

El día que bajo el "un-día-es-un-día" quitas el freno mental con el que hay que comer en caso de dieta saludable, ya sabes que la estás liando parda desde el mismo momento que levantas el pie.

No se dejen convencer amigos! Si tu voluntad no es lo suficientemente fuerte (como la mía) se debe a que en el fondo ya estás medio convencido tú sólo, y probablemente si estuvieras sólo también pecarías, pero no tendrías la excusa de que te están convenciendo entre todos.

Parque Güell de BarcelonaLa solución? Voluntad férrea! vale.. una más sencillita? pues hablar previamente con la familia, y en lugar de que te digan "bah, venga, por una vez", que digan... "bueno, pero sin pasarte!". Y eso ayuda a que nuestra voluntad de-mierda (hablo por mí, no os sintáis ofendidos) no termine de quitar el freno.

Porque además, no os creáis que no me acordé del "diez minutos en tu boca, un año en tu culo". Sí, lo hice. Sí, supe que lo estaba haciendo mal... Pero.. aún así, pequé!

Uno de los comensales, mientras me comía mi 'muerte-por-chocolate', me decía "me encanta, porque la cara de un pecador no es de culpabilidad, es de absoluto placer" jajaja

Sagrada Familia de BarcelonaY es que en muchos casos luego viene la culpabilidad. Aunque no en todos! je No en el mío, al menos. A ver, uno tiene que asumir las cosas que hace mal (y las que hace bien, ojo! que a veces uno sólo asume las que hace mal, y nonono!!) y asumir las consecuencias sin flagelarse por ello. Menos cilicios, compañeros. Una cosa es que te arrepientas en cierto modo por las consecuencias, y otra que empieces a pensar que eres una mierda de persona por haber comido chocolate. Eso no. Seamos adultos también en esto.

Ahora, lo más que puedo pensar es que fue un error decidir borrar diez días de sacrificio dietístico en un fin de semana... Pero no perdamos las ganas por ello!! Esta semana haremos un extra de sacrificio (hoy a verdura limpia) e intentaré hacer máquina todos los días! Go-go-go!!

Edito: y ahora viene mi novio y me dice que él ha perdido 100 gr. este fin de semana. No hay derecho! jajaja La verdad es que nos hemos inflado de andar, será por eso...!

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